Una inversión comercial ruinosa, apenas 7 puestos para 30 posibles, sin aparcamiento para los clientes, sin capacidad real de carga y descarga.
La Plaza languidece
Resucitar la función comercial y de servicios del antiguo mercado de abastos de la Plaza de España va a resultar una labor ímproba y de muy difícil asunción en las actuales condiciones. Quedan pocos comerciantes “y menos que van a quedar en un mes porque una carnicería tradicional, con más de 70 años de existencia, abandonará en breve su puesto en la Plaza.
No es un problema de estos últimos años, aunque ciertamente se ha agravado, “pero hemos de preguntarnos por qué nadie licita por un puesto y la mayoría de los que quedan defienden su negocio gracias a comercios abiertos en otras calles” ha señalado el portavoz centrista José Luis Vergara, que también considera que el destino de la Plaza tendría que haber sido otro en los últimos diez o doce años.
“Bien hubieran hecho mirando con mayor detenimiento la idea de Pepe García, para mí don José, que postulaba una plaza funcional a piso llano, de techo más bien bajo y climatizada, con unos 20 puestos, ubicada en la vieja zona de abastos, dedicando el edificio principal a dependencias institucionales, culturales y asociativas y diseñando una zona de juegos infantiles en la propia Plaza de España”.
CCCi entiende que esa medida tendría que haber ido acompañada de zona de carga y descarga de mucha mayor capacidad que la actual y de aparcamientos para clientes gestionados por los propios comerciantes en horario laboral o al menos zona azul barata “se trataría de un edificio de bajo mantenimiento pero con mayores prestaciones que se podría haber acometido hace muchos años; en todo caso todavía algo se puede hacer si no se quiere ir al cierre inminente de la Plaza -algo que quizá puede ser motivo de debate- y que ahora sólo se sostiene en parte por el romanticismo de sus pocos inquilinos, porque el volumen de negocios es mínimo”, añade Vergara Giménez.