jueves, 23 de octubre de 2014

“A la concejal de Hacienda no hay quien la entienda”

Vergara no se explica, que un pleno casi pactado, como fue este pasado, lo incendie la susodicha; buscando la sal gorda donde lo pertinaz era otra historia.

Se lamenta el concejal de Ciudadanos de la pérdida de tiempo y la improcedencia de lo altisonante del discurso “irrelevante, oscuro, baldío, sin tiento, de la edila           del escaparate vano. Si estando de acuerdo discute qué no hará esta señora cuando en otra buena hora de nuestro sí no disfrute”, señala Vergara confuso, atónito ¿obtuso?

“La retahíla de obras diversas con que nos regala en cada pleno reconozco que a mí me sabe a rollo paradislero. La gran temeridad de citar el Capitol como cosa magna de esta santa corporación, que casi veinte años tardaron y no acabaron en sus puertas abrir con exceso de millones mil. Poner como suyo el paseo del cura Salas cuando se ha hecho a escote, es tratar como si fueran zotes a los que las aguas pagan”, sigue Vergara.

“De Siyasa presumir, sempiterno deslizado, que ocho años ha hubiérase terminado, y no termina. Del incompleto Almadenes, su centro interpretativo, ya resulta vomitivo, que tras pasar siete badenes no lo sepan concluir. Y, en el colmo del disparate, qué dislate, decir que el colegial bilingüismo, de esta región, se debe al impulso tremendo del gobierno de Tamayo, es como decir lo mismo que ellos han diseñado el AVE, Corvera, el Gorguel y hasta el turrón helado”.

 “Resulta de lo más chocante que los viales periféricos no adecenten ¿qué será lo próximo siguiente, desde la Era a la Atalaya un teleférico? Porque nos han vendido tantas veces el puente del Maripinar y tantas lo hemos comprado, que ya no nos queda dinero para volverlo a comprar”.

Para el portavoz centrista “de lo único que se trataba era de una bajada en la contribución, algo que CCCi pidió a esta corporación, hace bastantes meses aunque en abril de dos mil trece votos afirmativos que secundaran mi proposición no cosechara ninguno. Y reconocer, que Campoder, no ha servido para proyecto alguno. Y poco más. Fuera de eso, pues eso: hablador, invencionero, rollista, pitoflero, píldora, trufa, pegote, rondalla, milonga y bote, chapucero y falsario, así fue el argumentario, que el pleno extraordinario, nos obsequió a todo trote la concejala de la radio”.

                                                                                -redacción-

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