Agria polémica la que se suscitó en el Pleno extraordinario y
urgente del viernes 13 entre el alcalde
y el portavoz centrista, al llamarle Tamayo la atención a Vergara por referirse en su turno de réplica al
funcionario Carlos Verdú, sobre
cuestiones relativas a la Ordenanza de Terrazas en la Vía Pública. Tamayo
González dijo que no consentiría que un político dude de la profesionalidad del
citado funcionario.
Vergara Giménez puso
de manifiesto que la culpa de verse obligado a contestar al funcionario que
informa sobre las alegaciones de CCCi, “es exclusiva del alcalde por grave
dejación de funciones al haberse escudado en el sr. Verdú y no contestar él o
su concejal delegado, sr. Ríos, a ninguna alegación de las que se presentaron (4
del CCCi, PSOE, Gremio de Hosteleros y un hostelero a título personal).
“Son
los políticos los que legislan y rigen”, añade Vergara, y los funcionarios
están para informar, pero el alcalde y
su concejal no han contestado y han dejado en los hombros del sr. Verdú toda la
responsabilidad, lo cual no sólo es mala praxis si no también lo que coloquialmente
se llama escurrir el bulto.
“ ¿A quién iba a dirigirme yo en mi réplica? –se pregunta
Vergara- ¿si la única contestación la
firmaba el mencionado funcionario, al que ni siquiera conozco? He tenido que
hacerlo contra mi voluntad, espero que para una próxima ocasión el equipo de
gobierno haga sus deberes”.
Martínez-Real, del PSOE, quiso que la Ordenanza quedara sobre
la mesa (a lo que CCCi se sumó), al
observar que, efectivamente, nadie del equipo de gobierno había contestado las
alegaciones, entendiendo que los documentos del funcionario Verdú son meramente
informativos. Finalmente el secretario general admitió que no estaban formalmente contestadas y
encontró una solución para salvar este
escollo, al hacer constar en el
expediente que el concejal del PP asumía el el informe del funcionario. PSOE y
CCCi se abstuvieron.