miércoles, 20 de febrero de 2013

El ‘Megamunicipio’ del Valle de Ricote es un disparate social, histórico y democrático

Para Vergara “el proyecto que defiende UPyD parte de un hecho falso y llega  a conclusiones erróneas y contranatura”. Ciudadanos defiende la idea de Comarcas

El secretario general de Ciudadanos Centristas rechaza, en términos absolutos, que “planificadores de salón y garbanzos contadores ocupen una posición preeminente sobre sociólogos, historiadores, politólogos y especialmente ciudadanos, a la hora de diseñar la conveniencia de la unión o segregación de ayuntamientos. Y lo más fácil, cuando se parte de hechos y cifras falsas es llegar a conclusiones erróneas. Esto es lo que ha hecho el presunto experto de UPyD, señor Llorente, que trata a los ciudadanos como si fuéramos cabezas de ganado, agrupándonos en lotes de sesenta mil en sesenta mil, número mínimo, según él, para ser considerados vecinos viables”.

CCCi argumenta ser falso que sólo 25 concejales administren los Términos de Lorca o Molina, porque en esos municipios también gobiernan, debaten y proponen 39 y 14 pedáneos, respectivamente, y 100 ó 50 representantes en las juntas vecinales. Igualmente es incorrecto -para el portavoz ciezano- que Lorca o Molina hayan aglutinado previamente todas esas pedanías, muchas de las cuales son posteriores, como tales, a la creación de sus ayuntamientos matrices, habiendo sido en un principio parajes, caseríos y paradas; antes al contrario el movimiento ha sido el inverso, segregándose las poblaciones más boyantes, como Puerto Lumbreras o Águilas”.

El ejemplo que Llorente cita en su discurso -la unión de ese Valle de Ricote formado por siete municipios más Cieza- es para José Luis Vergara “una broma espeluznante, un contrasentido económico, un descomunal error histórico y un atentado democrático y social de grueso calibre, como un ensayo a escala, al perpetrado en su día en los Balcanes y que dio origen, contra natura, a la extinta Yugoslavia. Es lo que tiene manejar el tiralíneas sin ningún sentido social o entregar la política en manos de contables y tecnócratas, que se obtienen disparates”.

Vergara quiso recordar que hoy por hoy el Valle de Ricote es sólo una mancomunidad de interés turístico, que proviene de la encomienda santiaguista con doble capitalidad primero en Ricote y Cieza y luego sólo en esta última, que aunque la vinculación comercial ha sido intensa durante siglos está en realidad conformado por dos comarcas naturales (las de la Vega Alta -Cieza, Abarán y Blanca- y la del propio Valle ricotí -Ricote, Ojós, Ulea y Villanueva) y que, históricamente, la Archena sanjuanista nunca ha pertenecido a él. Por lo tanto no existe ningún Valle de Ricote que aglutine a esos ocho municipios, ni siquiera para el exclusivo desarrollo turístico, porque Abarán ya no pertenece a él y Blanca apenas.

 “Ni siquiera desde una óptica económica, que siempre debe ser secundaria en estos temas, puede justificarse lo que promueve el señor Llorente para el Valle de Ricote”, agregó Vergara, señalando al respecto el endeudamiento excesivo de los municipios más grandes, el casi nulo de Villanueva y la deuda financiera ‘cero’ de Ricote, Ulea y Ojós, la disparidad demográfica de unos y otros y también el notable desequilibrio territorial, con términos que van desde los cuatro a los cerca de cuatrocientos kilómetros cuadrados.

“No es cohesión lo que defiende el arquitecto Tomás Llorente si no absorción encubierta por parte de Cieza, Abarán y Archena de toda la Vega y el Valle y espero y deseo que UPyD se desmarque inmediatamente de esos afanes de conquista técnico-económica que propugna su pretendido experto. El mismo respeto que exijo desde Murcia o Madrid para Cieza he de tenerlo yo, multiplicado por diez, para otros ayuntamientos menos poblados pero igual de soberanos, capaces y reales que el mío”.

Para Vergara Giménez la repetición en los últimos años de ideas semejantes “son de una pobreza intelectual preocupante, atentan contra el sentimiento de patria chica que es anterior y más real que el de provincia, nación o continente y generan cierta zozobra social en muchos de sus destinatarios”. CCCi defiende la idea del desarrollo comarcal como la mejor para aunar voluntades, intereses comunes y proyectos globales sin menoscabar la independencia municipal “La inteligencia de los gobernantes debe llevarnos a poner en común ciertos servicios, algo que ya hacen los ayuntamientos menores en materia de seguridad, residuos o turismo y estoy de acuerdo en seguir esa senda en otros campos pero desde posiciones de cohesión y libre voluntad, no de anulación o cautividad”.
                                -redacción-