jueves, 22 de noviembre de 2012

No es igual qe te caigas, que te tiran



Leo asombrado en éste, mi periódico de referencia, la noticia sobre las contradictorias causas de las heridas sufridas por el manifestante del 14-N llamado Carlos Gorairis. Porrazos (de porra) aparte hay coincidencia en que muchas fueron producidas al darse de brices contra una moto aparcada.

Luego ya todo es controversia. Mientras Gorairis manifiesta que fue empujado y tirado el delegado policial, don Cirilo, asegura que el menda se arrojó, motu propio, sobre la motocicleta. Desde un piso superior sito en la calle de los autos se grabó el choque de causa incierta entre el humano y el vehículo motorizado y posteriormente un a modo de propina de golpes policiales con el sujeto ya en el suelo, se cayese o lo tiraran.

Desde luego la versión policial, sea cierta o falsa, resulta de escasa credibilidad y contraria al sentido común y al propósito de los manifestantes. Esto de que uno se vaya cayendo, de vez en cuando, al tropezarse con los antidisturbios dice muy poco de la forma física imprescindible para ser manifestante.

Sucediera lo que sucediese lo realmente interesante será lo que queda por pasar ¿podrías ser esto? Léase en clave marxista, de Julius, no del otro:
El fiscal murciano, a instancias de don Cirilo, inicia procedimiento contra Gorairis por golpear el metal de un vehículo particular valiéndose de toda su cara y no contento con ello querer darse a la fuga reptando a ras de suelo. El SUP se persona en la causa porque el acto de vandalismo del sujeto provocó un agujero negro en torno suyo atrayendo las porras policiales y tras de ellas a los agentes que las portaban que, indefensos, asistían estupefactos a los movimientos de vaivén aire-cara, cara-aire, sucedidos por la inercia de las cosas o bien los campos magnéticos.

 La aseguradora de la moto estudia un proceso por robo frustrado de vehículo perfectamente aparcado. CCOO y UGT abren expediente de expulsión contra el manifestante por desatender la presión contra los bancos centrando su acción de piquete en artículos móviles distintos del objetivo de la huelga. Los servicios de admisión hospitalaria girarán factura al herido de persistir éste en su reprobable actitud de no identificar en todos sus extremos (marca, modelo, color, matrícula) la moto vil y perniciosa. 

La grúa municipal retira el ‘dos-ruedas’ por hallarse aparcado en zona violeta (riesgo de impactos contra sindicalistas). Don Carlos se aviene a un arreglo extrajudicial con el dueño del vehículo pagando a escote los daños de chapa y pintura. La Plataforma anti Desahucios afirma que la moto tenía perfecto derecho a estar donde estaba pues sobre ella pesa una hipoteca preferente. Una prima segunda de Gorairis acude rauda a Sálvame prometiendo que lo contará todo… ¿Qué no? ¡Al tiempo!                   
 José Luis Vergara Giménez